Capítulo 1, página 3
Ana era una chica alta y esbelta, con unos ojos marrones vivos y una sonrisa que volvía loca a media universidad. Tímida al principio, solía abrirse a los demás conforme iba cogiendo confianza. Siempre había sido una chica concienzuda y estudiosa. Apreciaba el haber encontrado un compañero como Wesley que le ayudara cuando no acababa de entender una cosa, ya que se lo explicaba de una forma que ella lo entendía fácilmente.
Nancy era la típica chica dichacharachera que todo grupo suele tener. De padre francés y madre con raíces andaluzas, tenía una mezcla explosiva de dulzura picante y seriedad remilgada. De ojos despiertos, no se contenía de hacer comentarios irónicos e, incluso, en ocasiones, hirientes. Desconfiaba demasiado de la gente y la mayoría de ocasiones mantenía una actitud a la defensiva, especialmente al tratar con chicos.
El que se sentaba al lado de Wesley no necesitaba ningún tipo de estudio previo, quizás fuera el más transparente de las personas que había conocido. De apariencia afable, con perilla y gafas que le alargaban aún más la cara, Jorge tenía un carácter difícil y en ocasiones rudo. Solía ser un cabra loca y era el que incitaba más a hacer novillos y pasar de todo. No era de extrañar, pues, que le quedaran bastantes asignaturas colgando.
Las conversaciones se perdieron en recuerdos de momentos felices, y otros no tantos, vividos durante esos últimos cuatro años. Mientras escuchaba con atención a los interlocutores, Wesley divagó pensando en que aún no había dicho nada a ningún conocido. De todas formas, no era su estilo. De carácter mayormente reservado, no solía ser de las personas que van corriendo a explicar las cosas, a menos que tuviera mucha confianza. Sí sabía que debía enviar un mensaje como mínimo a su padre, ya que su familia merecía estar informada al momento. También estaba su mejor amigo, Julio, pero a él ya se lo diría personalmente. Y por encima de todos sus amigos estaba ella.
Hacía una semana y media que no sabía nada de Marta. Ella era su mejor amiga, de eso no cabía duda, pero Wesley nunca había sabido si había algo más. Wesley creía que ella si había sentido algo más que amistad, pero ahora tenía sus dudas. En cuanto a los sentimientos de él, tampoco se puede decir que los tuviera claro. Era evidente que la echaba mucho de menos, que si no estaba ella o por lo que fuera en ocasiones no podía
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sonia -
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Tutan -
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Josué -